El sínodo general de la Iglesia de Inglaterra, que es la comunidad madre de la Iglesia Anglicana, aprobó la ordenación de mujeres como obispos, siendo considerada como una reforma histórica que dividía a esta institución eclesial desde hace mucho años.
Los delegados que estuvieron presentes en la reunión efectuada en York (al norte de Inglaterra), decidieron pronunciarse a favor de esta reforma, que fue promovida por el arzobispo de Cantenbury, Justin Welby.
Pese a la aprobación por el sínodo inglés de la Iglesia Anglicana, ella no obligará a las otras iglesias de esta denominación a ordenar a mujeres como obispos, pero si envía un mensaje fuerte y claro.
La comunidad anglicana, mediante esta propuesta, busca acabar con su imagen de ser iglesia retrógrada, en comparación con la actitud y desenvolvimiento más progresista de otras iglesias anglicanas establecidas en Gales, Estados Unidos, Australia, Canadá y Swazilandia, que ya autorizan la ordenación de mujeres como obispos, recordando que en Inglaterra las mujeres pueden ser sacerdotes desde el año 1992.
La Iglesia de Inglaterra, una escisión de la católica, es la madre de la comunidad anglicana, que cuenta con 80 millones de fieles en 165 países del mundo.
